Empresarios

A MI HIJO GERMAN, AL QUE QUIERO MUCHO Y LE DESEO LO MEJOR


EN SU NUEVA ETAPA PROFESIONAL.



EMPRESAS, EMPRESARIOS...





Nunca hubiera servido para ser empresaria, para tener que atender todo lo que se deriva de un negocio. Ni pensé nunca que un hijo mío pudiera serlo.



Hubiera deseado mejor un empleo estable, del Estado, como tu hermano mayor, que, pase lo que pase, tiene su vida cubierta.



Reconozco que eso no vale para todos. Pero siempre he sido cobarde en ese sentido y no he entendido como algunas personas se complican la vida adquiriendo esa responsabilidad. Sé que vivirán mejor que yo, que dispondrán de muchas más cosas, más propiedades y más dinero, pero el dinero no lo es todo en esta vida. Y por eso, quiero escribirte estas líneas. Para que, en tu nueva Empresa, que deseo, y tú lo sabes, que te vaya superbien, no te dejes engañar por los fantasmas del dinero.



Sé que te gusta tu trabajo, que sueñas con hacer las cosas que tu quieres, que te gustan y no sentirte obligado a hacer lo que los demás te piden. Y sé, lo sé seguro, que vas a triunfar, porque eres un triunfador nato. Desde pequeño. No sé si será porque de verdad lo vales, por tu simpatía, o por el optimismo y la seguridad que irradias.



Sé también que eres emprendedor, decidido, valiente en muchas cosas (en otras no tanto), que crees firmemente en ti, y que caes muy bien a todo el mundo. Sé también que tienes a tu lado a una persona que te va a ayudar, que te va a aconsejar y que va a estar alerta y vigilante para que no te pase nada malo. Y eso me tranquiliza. Pero no por eso dejo de tener miedo.



La gente, por regla general, no es como tú. Sincero, buena persona, trabajador y honrado. La vida, en estos momentos, en como una selva, la hemos convertido en una selva. El que más muerde, ese es el que triunfa. El que más miente. El que se sirve de los demás para conseguir sus objetivos. Y anteponen el dinero por encima de todo. Pisotean a los demás, roban a los demás, sin importarles como van dejando su camino, todo por el dinero...



Que no te engañe el dinero, el éxito, los halagos de la gente, (normalmente son todos falsos). La gente, por delante, nos pone una cara y, por detrás, nos pone otra. Cuidado, hijo, selecciona muy bien con quien estás, no te fies de las apariencias, no hagas nada sólo para conseguir dinero. Ve poco a poco, es la única forma de llegar a un final feliz y que tú te sientas tranquilo con tu conciencia.



No pisotees a nadie para conseguir algo, por mucho que te apetezca el trabajo que podrías perder, sé justo con la gente que trabaje contigo, no menosprecies a nadie, no humilles a nadie creyéndote el mejor.



Ten precaución con la gente con la que te asocies. Es verdad que ellos están en tu misma situación, pero si la empresa prospera se crearán muchos intereses que ocasionan grandes conflictos. Porque no son ellos solos, son su familia, son sus hijos, son sus necesidades, son sus vicios...



Tienes que trabajar mucho, mentalízate, ningún negocio se hace grande sin un gran trabajo y mucho esfuerzo. Y nunca dejes a tu familia por tu negocio. Hay que dividir las partes en dos, pero, te lo aseguro, es mucho más importante y da más felicidad ver contenta a tu familia que conseguir todo el oro del mundo. Que la prosperidad no te ciegue. Que sepas delimitar siempre donde empieza una cosa y donde termina. Que el triunfo, si se da, no te confunda, sea como sea, tu tienes que seguir siendo el mismo.



Se ve tanta gente que, cuando consiguen algo y sobre todo si se les ha dado fácil, cambian, dejan de ver las cosas como son y se creen los dueños del mundo, adquieren malos hábitos, todo les parece bien, porque todo lo pueden pagar. Y tú tienes un ejemplo, de la empresa que vienes, que demuestra que no todo vale... Que cuanto más arriba llegues, y sobre todo si es en poco tiempo, más fuerte es la caída.



No aceptes todos los trabajos sólo por el dinero. Tienes que saber escoger, tu empresa tiene que hacerse con los mejores trabajos, pero también saber donde está lo bueno y dónde lo malo. Muchas veces, sin pensarlo, una cosa pequeña, crea un éxito grande. Los grandes, acostumbrados a que todo el mundo, por dinero, otra vez el dinero, les digan que sí, piden trabajos que no son honrados. Es mucho mejor estar satisfechos con un trabajo pequeño, con el que has desarrollado tu imaginación y que te crea satisfacción que con uno grande, que da muchos beneficios pero que, en realidad, y tú lo sabes, es una auténtica mierda.



Que sepas decir no, aunque te cueste...



Y cuidado con las traiciones. La gente es envidiosa y la envidia es muy poderosa. Si hay gente, y puede haberla, que se siente traicionada por ti, va a intentar hacerte el mayor daño posible. No van a reparar en nada, vas a sorprenderte de lo mala que es la gente.



Pero no te quiero asustar. Gracias a Dios, hay gente muy buena, y parece que has dado con ella.



Sabes que me tienes, tú y tu mujer, para lo que necesitéis. No dudes en llamarme si me necesitas. No tengo otra cosa mas importante que hacer. Para mi lo eres todo, tu, tus hermanos y vuestras familias. Poco puedo ofrecer, pero todo lo que tengo es vuestro. Un besazo.



NO CORRAS, COMO DICE LA CANCIÓN, SE HACE CAMINO AL ANDAR, PERO TAMPOCO TE DETENGAS, ES LA CONSTANCIA LA QUE CREA EL TRIUNFO.



NO TENGAS, NO TENGAS PRISA, NO TENGAS PRISA EN LLEGAR, NADIE VA A COGER LA ROSA QUE PARA TI DÉ EL ROSAL, COMO DICE UNA GRAN POESIA DE JOSE MARIA PEMAN.



(Aunque te parezca cursi, es una gran verdad.)



Con todo el respeto de tu madre y por el cariño que te tengo. MUCHA SUERTE.