DESILUSIONES
No, no creáis que voy a hablar de mí misma, creo que es el sentir de una mayoría de personas.
Desilusionada de la política, de los políticos, de los empresarios, de los cazafortunas, de los jefes, jefecillos y jefazos, del gobierno presente, del anterior gobierno y de los futuros gobiernos. Todos iguales, a luchar por sí mismos, para conseguir lo más de lo menos. Da igual el rango, la posición. Banqueros, jueces, intelectuales, periodistas, escritores, novelistas, médicos, la Iglesia, los partidos políticos, las razas…, . Todos luchan por una mejor posición, por conseguir más que el anterior, por perpetuarse en el poder, sabiendo, yo creo, en muchas ocasiones, que les queda grande su papel en la sociedad. Pero siguen, haciéndolo mal, pero siguen. Cirujanos sin la capacidad necesaria, por los años, para seguir operando, políticos y personas corruptas, apoyadas en la mayoría por la sociedad. Sociedad, personas ¡qué lastima! que, encima, siguen creyendo que “éstos” sí le van a solucionar la papeleta. Triste papeleta. Ahora la información es grande, no es como antes y los medios de comunicación nos muestran desgracias, miserias, hambre, niños muriendo ¡por hambre!, a estas alturas. Enfermedades que no se consiguen atajar por intereses de los laboratorios o falta de medios para la investigación. Y, mientras tanto, se gastan el dinero en guerras, en llegar a la luna, (a ver quien es el primero), mientras sus gentes se mueren de hambre o malviven.
Y, quizás, la culpa la tengamos todos. Vamos como inertes, como borregos, donde nos lleven. Por comodidad, por no perder lo poco que tenemos, por miedo a los enfrentamientos. Pero ellos “los malos” los que tienen la facultad de poder arreglar muchas cosas, siguen ahí, y siguen y siguen. Intentan convencer a la gente de que hacen lo mejor, pero, por favor, estamos todos locos? Y nos piden dinero para ONGS, ayudas en terremotos, inundaciones, y la gente da, creyéndoselo todo, y sigue habiendo gente, aun en organizaciones de caridad, que se llenan los bolsillos con la donaciones de la pobre gente (y digo pobre gente porque suelen dar más en estos casos los que menos tienen). Y tienen el valor de seguir mirando a la cara a los demás… de decir que lo que hacen es por el bien común. Y nos meten en guerras, y muere gente sin tener nada que ver con el asunto, y negocian con nuestros intereses… nuestras familias, hijos, hermanos, que mandan a la guerra, no a “nuestra guerra”, sólo por quedar bien, por conseguir algo más de los otros, aunque se creen el odio en unos cuantos.
Cuándo las guerras las van a hacer los propios dirigentes políticos, cuándo van a mandar a sus familias a esas dichosas guerras, cuando van a sacar a sus hijos, padres, etc., del anonimato, para que los terroristas los conozcan y sean uno más de los que estamos expuestos a esa terrible lacra? Cuándo el cirujano no capaz va a operar a su propio hijo?, cuando los mandatarios del poder en los laboratorios van a medicar a su madre, su hijo, su esposa, con medicinas que no sirven para nada o que se pueden simplificar para dañar lo menos posible al organismo?. Cuándo la mentira de investigar en otros planetas va a acabar y ese dinero se va a utilizar para paliar los males, muchos, de este planeta Tierra? Cuándo los jefes, jefecillos y jefazos, van a comprender que, si cobran más, tendrán que tener más responsabilidad y más trabajo y no aprovecharse o, en muchos casos, humillar a sus compañeros porque son eso, compañeros, ya que tu lugar en la vida no te da derecho a pasarte… Y lo triste es que, de verdad, la pirámide se invierte, y hay unos pocos que trabajan para muchos, cada vez más…que se llevan una buena parte de los presupuestos, porque su mandato puede durar poco y tienen que aprovecharse.
Cuándo la educación va a ser para todos, buena educación, enseñanza en general de la historia, filosofía, psicología, cultura en general, sin prevalecer los intereses de cada partido? "Educación para la convivencia" en lugar de ética, moral y buenas costumbres. Anulación de la enseñanza de la religión en vez de enseñanza de todas las religiones, todas, para conocimiento de los que se están formando, dando lugar a que cada uno escoja, cuando llegue el momento, la opción que más le interese. Muchas matemáticas, ¿para qué? Para que haya más gente dedicada a la banca, a la ingeniería superflua, a las grandes obras arquitectónicas, que cuestan un dineral, cuando la gente se muere por las calles, debajo de los puentes o en antros asquerosos y putrefactos, casas que se caen o están a punto de caerse. Para que el dinero cada vez cueste más… porque unos cuantos sacan más, para la fábrica de bombas y artefactos horribles, cada vez más sofisticados que, también cada vez, hacen más daño porque estás más estudiados “matemáticamente”. Y se descuida el amor al prójimo, la comprensión con los demás, la unión con tus vecinos, tus familiares, tus amigos, con la gente que te encuentras por la calle, con buenas maneras, con ganas de ayudar, con cariño, con una sonrisa por delante, no una grosería o malos gestos.
Cuándo la Iglesia se va a dar cuenta que Jesucristo, ese que nos enseñan que vino a dar la paz en el mundo, tiene que estar horrorizado por los desmanes de algunos curas, por lo lujos de las iglesias, por los tesoros de los Monasterios… por la grandeza del Vaticano?. ¿Para qué, por qué? Y, mientras, nuestros hermanos, sus hermanos, pasando necesidades, viviendo, muchos de ellos entre miserias y por qué no decirlo entre “mierda”, Mierda esta sociedad, este mundo lleno de intereses creados, que no quieren o no pueden ya abandonar. Esa gente, sin saberlo, también está llena de mierda. Y por eso, no son felices, cada vez hay menos personas felices, porque cada vez quieren más… porque cada vez les parece menos lo que tienen para sus lujos, para ellos mismos, porque cada vez necesitan más…
Y el Gobierno sin enterarse, o eso parece, sin enterarse de que hacen falta muchas cosas para que las personas sean felices, para que tengan lo necesario para vivir, todos, no sólo unos pocos. Y ofrecen miserias que engañan a la gente… contando, paradójicamente, con el dinero de esa pobre gente. Son ellos listos o somos nosotros tontos? O somos todos tontos?
Quiero un mundo mejor, no un mundo perfecto, porque somos imperfectos. Sólo quiero un mundo mejor, un mundo más “amoroso”. Donde la gente se quiera, donde todos compartan lo que tienen, donde no prevalezca el “tengo más, valgo más”. Donde nos demos un “buenos días” con amor, no por compromiso o falsa educación, cuando, en ocasiones, lo que están deseando es que le vaya fatal a la persona a la que están saludando. Y, menos mal, que nuestros pensamientos no se pueden ver, si fuera así, sería la guerra total…
Cuando una sonrisa puede hacer mucho bien a una persona desesperada, cuando tu conversación, el saber escuchar a los demás, puede hacer a una persona feliz, cuando un beso en un momento determinado acaba con nuestros males, cuando el decir “te quiero” ayuda a alguien a superar un mal trago, cuando el dar la mano a un anciano, a un inválido, un ciego, una persona perdida, un niño (la verdadera gloria de esta vida que no entiende nada más que lo que hay que entender, yo te necesito, tu me necesitas…sin más), nos hace felices a nosotros y, alargando la sombra, a muchos más. Por qué? Por qué seguimos haciendo todo mal, aún a sabiendas de que lo estamos haciendo mal?
Y por qué, al final, yo soy una de tantos, de esa gente que comete errores a diario, enfrentándome a personas a las que quiero en vez de ayudarlas, deseando tener lo que no puedo, pensando que lo material me va a hacer más feliz, siendo cicatera con los demás, ofreciendo sólo una pequeña parte de lo que puedo dar?
Por qué? Pues, creo, que porque esta vida tenemos que cambiarla entre todos y no podemos y el esfuerzo de uno sólo sirve únicamente para destacarle y que lo demás se mofen de él. Tristemente.
Yo me acuso, y acuso a los demás, en un mundo donde las acusaciones se generalizan para generar solamente poder. Lo veis? Una mierda.
Y a pesar de todo, tengo que creer, quiero creer, que hay gente muy buena, gente muy capaz, que cambiaría el mundo si le dejaran (pero que no le van a dejar). Sin necesidad de saber matemáticas, física o química, de inmobiliarias, empresas, inversiones, de nada, nada más que saber que el mundo le necesita y que, con amor, con un deseo de hacer bien a los demás, se pueden hacer más cosas. Porque, sin pensarlo, estamos haciendo un mundo que, con el tiempo, se va a destruir por sí solo, simplemente porque llenamos con muchas cosas superfluas un continente que sólo pide que el contenido esté lleno de pureza, de cosas simples, poco elaboradas, que son, como lo son los niños, lo mejor que hay.
Desilusionada de la política, de los políticos, de los empresarios, de los cazafortunas, de los jefes, jefecillos y jefazos, del gobierno presente, del anterior gobierno y de los futuros gobiernos. Todos iguales, a luchar por sí mismos, para conseguir lo más de lo menos. Da igual el rango, la posición. Banqueros, jueces, intelectuales, periodistas, escritores, novelistas, médicos, la Iglesia, los partidos políticos, las razas…, . Todos luchan por una mejor posición, por conseguir más que el anterior, por perpetuarse en el poder, sabiendo, yo creo, en muchas ocasiones, que les queda grande su papel en la sociedad. Pero siguen, haciéndolo mal, pero siguen. Cirujanos sin la capacidad necesaria, por los años, para seguir operando, políticos y personas corruptas, apoyadas en la mayoría por la sociedad. Sociedad, personas ¡qué lastima! que, encima, siguen creyendo que “éstos” sí le van a solucionar la papeleta. Triste papeleta. Ahora la información es grande, no es como antes y los medios de comunicación nos muestran desgracias, miserias, hambre, niños muriendo ¡por hambre!, a estas alturas. Enfermedades que no se consiguen atajar por intereses de los laboratorios o falta de medios para la investigación. Y, mientras tanto, se gastan el dinero en guerras, en llegar a la luna, (a ver quien es el primero), mientras sus gentes se mueren de hambre o malviven.
Y, quizás, la culpa la tengamos todos. Vamos como inertes, como borregos, donde nos lleven. Por comodidad, por no perder lo poco que tenemos, por miedo a los enfrentamientos. Pero ellos “los malos” los que tienen la facultad de poder arreglar muchas cosas, siguen ahí, y siguen y siguen. Intentan convencer a la gente de que hacen lo mejor, pero, por favor, estamos todos locos? Y nos piden dinero para ONGS, ayudas en terremotos, inundaciones, y la gente da, creyéndoselo todo, y sigue habiendo gente, aun en organizaciones de caridad, que se llenan los bolsillos con la donaciones de la pobre gente (y digo pobre gente porque suelen dar más en estos casos los que menos tienen). Y tienen el valor de seguir mirando a la cara a los demás… de decir que lo que hacen es por el bien común. Y nos meten en guerras, y muere gente sin tener nada que ver con el asunto, y negocian con nuestros intereses… nuestras familias, hijos, hermanos, que mandan a la guerra, no a “nuestra guerra”, sólo por quedar bien, por conseguir algo más de los otros, aunque se creen el odio en unos cuantos.
Cuándo las guerras las van a hacer los propios dirigentes políticos, cuándo van a mandar a sus familias a esas dichosas guerras, cuando van a sacar a sus hijos, padres, etc., del anonimato, para que los terroristas los conozcan y sean uno más de los que estamos expuestos a esa terrible lacra? Cuándo el cirujano no capaz va a operar a su propio hijo?, cuando los mandatarios del poder en los laboratorios van a medicar a su madre, su hijo, su esposa, con medicinas que no sirven para nada o que se pueden simplificar para dañar lo menos posible al organismo?. Cuándo la mentira de investigar en otros planetas va a acabar y ese dinero se va a utilizar para paliar los males, muchos, de este planeta Tierra? Cuándo los jefes, jefecillos y jefazos, van a comprender que, si cobran más, tendrán que tener más responsabilidad y más trabajo y no aprovecharse o, en muchos casos, humillar a sus compañeros porque son eso, compañeros, ya que tu lugar en la vida no te da derecho a pasarte… Y lo triste es que, de verdad, la pirámide se invierte, y hay unos pocos que trabajan para muchos, cada vez más…que se llevan una buena parte de los presupuestos, porque su mandato puede durar poco y tienen que aprovecharse.
Cuándo la educación va a ser para todos, buena educación, enseñanza en general de la historia, filosofía, psicología, cultura en general, sin prevalecer los intereses de cada partido? "Educación para la convivencia" en lugar de ética, moral y buenas costumbres. Anulación de la enseñanza de la religión en vez de enseñanza de todas las religiones, todas, para conocimiento de los que se están formando, dando lugar a que cada uno escoja, cuando llegue el momento, la opción que más le interese. Muchas matemáticas, ¿para qué? Para que haya más gente dedicada a la banca, a la ingeniería superflua, a las grandes obras arquitectónicas, que cuestan un dineral, cuando la gente se muere por las calles, debajo de los puentes o en antros asquerosos y putrefactos, casas que se caen o están a punto de caerse. Para que el dinero cada vez cueste más… porque unos cuantos sacan más, para la fábrica de bombas y artefactos horribles, cada vez más sofisticados que, también cada vez, hacen más daño porque estás más estudiados “matemáticamente”. Y se descuida el amor al prójimo, la comprensión con los demás, la unión con tus vecinos, tus familiares, tus amigos, con la gente que te encuentras por la calle, con buenas maneras, con ganas de ayudar, con cariño, con una sonrisa por delante, no una grosería o malos gestos.
Cuándo la Iglesia se va a dar cuenta que Jesucristo, ese que nos enseñan que vino a dar la paz en el mundo, tiene que estar horrorizado por los desmanes de algunos curas, por lo lujos de las iglesias, por los tesoros de los Monasterios… por la grandeza del Vaticano?. ¿Para qué, por qué? Y, mientras, nuestros hermanos, sus hermanos, pasando necesidades, viviendo, muchos de ellos entre miserias y por qué no decirlo entre “mierda”, Mierda esta sociedad, este mundo lleno de intereses creados, que no quieren o no pueden ya abandonar. Esa gente, sin saberlo, también está llena de mierda. Y por eso, no son felices, cada vez hay menos personas felices, porque cada vez quieren más… porque cada vez les parece menos lo que tienen para sus lujos, para ellos mismos, porque cada vez necesitan más…
Y el Gobierno sin enterarse, o eso parece, sin enterarse de que hacen falta muchas cosas para que las personas sean felices, para que tengan lo necesario para vivir, todos, no sólo unos pocos. Y ofrecen miserias que engañan a la gente… contando, paradójicamente, con el dinero de esa pobre gente. Son ellos listos o somos nosotros tontos? O somos todos tontos?
Quiero un mundo mejor, no un mundo perfecto, porque somos imperfectos. Sólo quiero un mundo mejor, un mundo más “amoroso”. Donde la gente se quiera, donde todos compartan lo que tienen, donde no prevalezca el “tengo más, valgo más”. Donde nos demos un “buenos días” con amor, no por compromiso o falsa educación, cuando, en ocasiones, lo que están deseando es que le vaya fatal a la persona a la que están saludando. Y, menos mal, que nuestros pensamientos no se pueden ver, si fuera así, sería la guerra total…
Cuando una sonrisa puede hacer mucho bien a una persona desesperada, cuando tu conversación, el saber escuchar a los demás, puede hacer a una persona feliz, cuando un beso en un momento determinado acaba con nuestros males, cuando el decir “te quiero” ayuda a alguien a superar un mal trago, cuando el dar la mano a un anciano, a un inválido, un ciego, una persona perdida, un niño (la verdadera gloria de esta vida que no entiende nada más que lo que hay que entender, yo te necesito, tu me necesitas…sin más), nos hace felices a nosotros y, alargando la sombra, a muchos más. Por qué? Por qué seguimos haciendo todo mal, aún a sabiendas de que lo estamos haciendo mal?
Y por qué, al final, yo soy una de tantos, de esa gente que comete errores a diario, enfrentándome a personas a las que quiero en vez de ayudarlas, deseando tener lo que no puedo, pensando que lo material me va a hacer más feliz, siendo cicatera con los demás, ofreciendo sólo una pequeña parte de lo que puedo dar?
Por qué? Pues, creo, que porque esta vida tenemos que cambiarla entre todos y no podemos y el esfuerzo de uno sólo sirve únicamente para destacarle y que lo demás se mofen de él. Tristemente.
Yo me acuso, y acuso a los demás, en un mundo donde las acusaciones se generalizan para generar solamente poder. Lo veis? Una mierda.
Y a pesar de todo, tengo que creer, quiero creer, que hay gente muy buena, gente muy capaz, que cambiaría el mundo si le dejaran (pero que no le van a dejar). Sin necesidad de saber matemáticas, física o química, de inmobiliarias, empresas, inversiones, de nada, nada más que saber que el mundo le necesita y que, con amor, con un deseo de hacer bien a los demás, se pueden hacer más cosas. Porque, sin pensarlo, estamos haciendo un mundo que, con el tiempo, se va a destruir por sí solo, simplemente porque llenamos con muchas cosas superfluas un continente que sólo pide que el contenido esté lleno de pureza, de cosas simples, poco elaboradas, que son, como lo son los niños, lo mejor que hay.
