Saturday, November 12, 2005

Ahora, la sociedad

La gente sigue muriendo y nosotros apenas miramos ya las imágenes. Nos saturan de información: guerras, desastres naturales, fuegos, muertes, terrorismo, pero seguimos como si nada pasara. Vemos morir a personas de forma violenta y es como si no fuera con nosotros. Nos estamos acostumbrando a todo, nada nos conmueve como antes… A dónde vamos?

Si leo los periódicos, los miro por encima, de pasada, porque con la información visual que tengo me basta. Las revistas del corazón me aburren, la televisión me ha dado todo con más detalles.

La cultura, la de verdad, a pocas personas interesa ya. La educación, la familia, la moralidad, las buenas formas, los buenos modales, el amor, el respeto, se están transformando en intereses económicos, libertad sin más, en el “yo hago lo que quiero”, en el los tiempos han cambiado, mi hijo es “libre” para hacer lo que quiera, eso está de moda. Aunque a los demás les moleste… no nos importan los “otros”, que se aguanten; es como si estuviéramos solos, entre una multitud.

Y entre todo este “guirigay”, los políticos, los educadores, los informadores, hacen oídos sordos y sólo se preocupan de tener más derechos que los demás, hacerse con todo el poder, ir solos, pero “chupando” de los demás… Prima el “todo para mí”, el adueñarse del poder absoluto y por eso matan, mienten, y nos destrozan la vida a los demás. Esconden cosas, no dicen la verdad, juegan con nosotros, con nuestros sentimientos para conseguir sus propósitos y esconden la mano después de tirar la piedra. Nos toman por muñecos y nos callamos, ¿por cobardía o por comodidad?

Mientras pasa todo esto seguimos de forma autómata con nuestras vidas y no nos damos cuenta. Van a acabar con nuestra libertad esas personas que, creyéndose más listos que nadie, están jugando con nuestras cosas como el que juega al “monopoly”.

Triste futuro nos espera si alguien no reacciona a tiempo, si los medios de información, que son muchos y muy poderosos, no despiertan a la multitud y les avisa del peligro que corremos a todos los niveles, pero con veracidad, sin ocultar nada, tenemos derecho a saberlo todo, si hemos pasado de una dictadura a una democracia de forma ejemplar ¿no estamos ya maduros para afrontar lo que venga? Estamos perdiendo todo lo que ha costado muchos años ganar, la prosperidad, bonita palabra, pero, de verdad, ¿no puede ir acompañada de algo mejor?

El querer a los demás, el luchar por las cosas buenas, el ver a nuestros hijos sanos de cuerpo, de mente y de alma… ¿no es mejor que una bonita casa, un viaje de placer, el último modelo de coche, un yate, pieles, joyas, figuras esculturales? … todo eso que, en estos momentos, obsesiona a una mayoría y acaba por contagiarnos.

Me asusta el futuro, parece que vamos a la destrucción de todo lo bueno nosotros solos y quiero creer en gente buena, que la hay, que está dispuesta a despertarnos de esta locura, pero hay veces que pienso, con mucha tristeza, que nadie nos va a ayudar, que ninguno de nosotros sabe hacia donde vamos o hacia donde queremos ir.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home